Luego de la entrega de sus resultados semestrales, en un año en el que enfrentó numerosas huelgas, retraso en la entrega de nuevos aviones, y problemas estructurales, la compañía alemana anunció un programa de reestructuración de flota.
El plan incluye la retirada de todos sus modelos Airbus A340-300, A340-600 y Boeing 747-400 para el año 2028.
El Grupo Lufthansa ha justificado esta decisión en los malos resultados económicos del segundo trimestre del año, en el que, si bien por primera vez en su historia ha superado los 10.000 millones de facturación en un segundo trimestre del año (con un incremento del 7 por ciento respecto a un año antes), sus costes crecieron un 10 por ciento como consecuencia de haber operado más vuelos y el aumento de los precios de compra de productos y servicios. El ingreso medio por pasajero en cambio ha caído ligeramente, especialmente en los vuelos a y desde Asia, así como el factor de ocupación de los aviones.
Desde el grupo Lufthansa explican que mantener en servicio aviones que se debían haber sustituido ya por otros de nueva generación (sin nombrar al Boeing 777-9) ha supuesto un importante aumento de los costes de mantenimiento.
No es la primera vez que se anuncia la retirada de estos aviones. La crisis de la pandemia del COVID-19 llevó a la retirada de la mayoría de los B-747-400, A380 y A340. La posterior reactivación del mercado hizo que la aerolínea volviese a poner muchos de ellos de nuevo en servicio.
Según la base de datos de ch-aviation, Lufthansa actualmente opera: 17 aviones Airbus A340-300 (Promedio de edad: 25 años) 17 aviones Airbus A340-600 (Promedio de edad: 17 años) 8 aviones Boeing 747-400 (Promedio de edad: 24 años)
La aerolínea aún tiene pedidos pendientes de entrega desde Boeing de veintiún B777-9, siete B777-8F y treinta y cuatro B787-9.
