El Secretario de Transporte de la Argentina, Franco Mogetta, junto a la canciller Diana Mondino y el embajador argentino en Chile Jorge Faurie, se reunieron en el Palacio San Martín con las principales autoridades de transporte de Chile, con quienes se firmó un memorándum de entendimiento “para avanzar en medidas que potencien el sector aéreo y la conectividad internacional”.
La iniciativa – dijeron – permitirá ampliar el panorama a toda la región y posicionar a Argentina como posible receptor de nuevas compañías aéreas, en tanto se abre aún más el mercado para líneas aéreas argentinas en el país vecino.
El memorándum de entendimiento fue firmado, por la parte chilena, por Martín Mackenna, Secretario de la autoridad aeronáutica de Chile.
Además, en la reunión llevada adelante entre los funcionarios de ambos países, se inició un acuerdo de Servicios Aéreos que regirá en forma provisional, con sujeción a sus respectivos procedimientos constitucionales y de la confirmación de ciertas cláusulas no aeronáuticas por los organismos de competencia específica como Banco Central y Aduanas, entre otros.
En representación de la República de Chile, además estuvo presente el Embajador de ese país, José Antonio Viera Gallo; y el Jefe del Departamento Legal de la JAC, David Dueñas.
Por argentina participaron el Subsecretario de Transporte Aéreo, Hernán Gómez; el Administrador Nacional de Aviación Civil, Gustavo Miguel Marón; y en representación de la Dirección Nacional de Transporte Aéreo, Diego Sebastián Idiart.
Faltaría ahora saber el detalle de lo acordado. Por lo que trascendió, se trataría de un paso significativo en cuanto a un acuerdo bilateral que ampliaría significativamente los vuelos entre ambos países, especialmente a pares de ciudades no operadas hasta ahora. El acuerdo permitiría, también, la posibilidad de que operadores aéreos de cada país realicen vuelos de cabotaje en el otro, así como recuperar la modalidad del interchange.
El acuerdo incluiría la posibilidad de hacer uso de la Octava Libertad, “el derecho de un operador aéreo de realizar vuelos comerciales dentro del territorio de otro estado comenzando o finalizando en su propio país (cabotaje consecutivo)”, y la Novena Libertad, el derecho de un operador aéreo de realizar vuelos comerciales dentro del territorio de otro estado sin comenzar o finalizar en su propio país (cabotaje autónomo).
Se sospecha que alguno de estos puntos – o todos – empujaron este martes la renuncia de María Florencia Dovichi, ex abogada de APLA (¿ex?) que asumió durante la gestión de Paola Tamburelli el cargo de Directora de Transporte Aéreo en la ANAC.
Los dos gremios que hasta ahora expresaron su rechazo a lo acordado con Chile fueron APLA (pilotos) y APA (personal de tierra).
Además de definir al memorándum como “una pérdida de soberanía para toda la industria aeronáutica”, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) lanzó un duro comunicado anunciando que “llevaremos adelante todas las medidas legales y sindicales que sean necesarias para defender las fuentes de trabajo, la línea de bandera y toda la aviación nacional».
“El plan firmado por las autoridades – continúa APLA – consiste en que todo redunde en la llegada de más compañías aéreas a la Argentina. Sin embargo, desde el sindicato advertimos que la entrega de nuestro espacio aéreo terminará dejando a Argentina con una mayor concentración del mercado, una menor conectividad federal, y amenazando la continuidad de la línea aérea de bandera y a miles de fuentes laborales de trabajadores aeronáuticos argentinos que quedarán desprotegidos frente a intereses extranjeros».
Para la Asociación Personal Aeronáutico, “cielos abiertos con Chile es otro intento de destrucción de la aviación nacional”
“El acuerdo autoriza a que cualquier empresa establecida y que tenga “control reglamentario” en los dos países (o sea, independientemente del origen de sus propietarios) podrá volar entre cualquier punto de los mismos y de terceros países, y pudiendo determinar libremente las frecuencias y capacidades de sus servicios, y si éstos serán regulares, no regulares o chárter. Asimismo, podrán establecer acuerdos de códigos compartidos no sólo entre sí, sino con otras empresas de dichos países y de terceros países, como ya viene ocurriendo con acuerdos firmados con Brasil y Estados Unidos en el mismo sentido. Esta política favorece claramente a los países extranjeros firmantes y tiene lugar mientras ha comenzado un gradual desmantelamiento de la importante red nacional e internacional de Aerolíneas Argentinas y un programa de reducción de su personal”
El comunicado de APA termina por “advertencia a los funcionarios que promovieron y firmaron este escandaloso acuerdo que son responsables de la entrega de la política aérea nacional a manos extranjeras”.
Luego del memorándum de entendimiento “para avanzar en medidas que potencien el sector aéreo y la conectividad internacional” que firmaron autoridades de Chile y la Argentina la semana pasada, otras iniciativas estarían en ciernes.
Por un lado la subsecretaria de Turismo Yanina Martinez mantuvo un encuentro con Niels Olsen, ministro de Turismo de Ecuador en el que expresó que trabajaron para fomentar la cooperación bilateral. En su cuenta de X, la funcionaria argentina expresó que “la apertura de cielos tiene un gran potencial para generar más tráfico turístico entre los países”. Algo similar ocurriría con Perú.
Por otra parte, la semana pasada estuvieron reunidos representantes de la cancillería argentina con el Viceministro para las Américas de la cancillería canadiense, Glen Linder. Entre los diversos puntos que se hablaron se planteó la necesidad de renegociar el marco bilateral vigente. El objetivo sería firmar un nuevo MoU para liberalizar los cielos.
