Alaska Air Group recibió un pago inicial en efectivo de aproximadamente US$ 160 millones por parte de Boeing. La cifra cubre los impactos financieros del primer trimestre, derivados del incidente del vuelo 1282, del pasado 5 de enero, en el que se desprendió una ventanilla de emergencia y las consecuencias de la posterior paralización operativa de los B-737/9. Alaska Airlines espera, de todos modos, una compensación adicional mayor por todo lo ocurrido. Y es que antes de lo sucedido, Alaska esperaba cerrar el trimestre con una mejora interanual del 30% en sus ganancias. Ahora, mirando retrospectivamente los primeros tres meses del año, Alaska dice que esa cifra habría sido más cercana al 80% si no hubieran ocurrido los perturbadores acontecimientos de enero. “Aunque experimentamos algunos libros perdidos después del accidente y la inmovilización del 737-9, febrero y marzo terminaron por encima de nuestras expectativas originales previas a la inmovilización debido a estas mejoras fundamentales”, afirmó Alaska en su comunicado.
