Varios grupos y entidades han comenzado una campaña formal para lograr que la Unión Europea se oponga a la venta de Air Europa a Iberia, de ITA Airways a Lufthansa, de SAS a Air France y la privatización de TAP Air Portugal. En definitiva, el objetivo es oponerse al proceso de consolidación de la industria aerocomercial, probablemente, en sus últimos grandes actos. Las agencias de viaje especializadas en viajes corporativos (ECTAA), la subsidiaria regional del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI Europe), la principal organización de consumidores europeos (BEUC), la Federación Europea de Pasajeros Aéreos (EPF), los GDS y OTAs (EU Travel Tech) se han unido para oponerse a un proceso que consideran “traerá consigo abusos de posición dominante”. Las mencionadas entidades señalan que, de obtener el visto bueno, los cinco grupos implicados, terminarán por acaparar el 73% del mercado. El grupo de presión señaló que esperan que no se produzca lo que sucedió en Estados Unidos, donde se ha producido una “concentración masiva en torno a un puñado de compañías y que dio lugar a una menor conectividad, con claros perjuicios para las comunidades locales y los consumidores, mientras que los beneficios de las compañías aéreas aumentaban”. “La consolidación limitará drásticamente la competencia en miles de conexiones, dando más margen de maniobra para que los actores dominantes del mercado abusen de sus posiciones”, señalan. Y continúa: “La Unión Europea todavía está a tiempo de aprender de los errores cometidos en Estados Unidos, donde la falta de competencia ha provocado que los previos sean más altos y que los servicios sean de menor calidad. Por eso pedimos a la UE que considere cuidadosamente cualquier posible efecto anticompetitivo a la hora de evaluar las operaciones sometidas a su revisión, independientemente de cualquier presión política”.
