Según el Banco Mundial, el desempleo global producido por el Covid-19 ha ido disminuyendo sostenidamente desde que se dejara atrás la pandemia. De hecho, la recuperación ha hecho que la desocupación haya vuelto a mínimos históricos, singularmente en los países más desarrollados.
Esto, por un lado, impulsa fuertemente la demanda, pero también genera un déficit en cuanto a mano de obra calificada. “Se han reportado desafíos con la contratación en toda la cadena de valor de la aviación, desde los servicios de asistencia en tierra hasta el personal de las aerolíneas y los controladores de tráfico aéreo, con interrupciones operativas visibles en varios países desde 2022”, explica un comunicado.
“Desde 2015, en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) la inflación central alcanzó aproximadamente el 25% el 23 de marzo, en comparación con un crecimiento aproximado de la remuneración laboral por unidad de trabajo del 33%. Si bien el desempeño financiero de las aerolíneas está mejorando con respecto a las pérdidas históricas registradas durante la pandemia, la industria enfrenta obstáculos en varias categorías de costos, las dos más importantes de las cuales son el combustible y la mano de obra”, concluye el texto.
