Antes que los puristas del lenguaje se alteren, aclaramos que “bondi” es el lunfardo utilizado en Argentina para el colectivo u ómnibus, y bondinho en portugués es utilizado como teleférico, como el que se utiliza para subir el Pan de Azúcar, y “bonde” sería una especie de tranvía.
Pero más allá de esta licencia traductora, los planes para que Flybondi se expanda de una vez por todas regionalmente, (y arrancando por el gigante mercado brasileño) pasaron de una conversación entre pasillos a – por primera vez – algo un poco más serio escuchado en voz de uno de sus ejecutivos, cuando el CEO de la aerolínea, Mauricio Sana, confirmara a la Agência INFRA que los planes existen.
Según el ejecutivo, Flybondi ha mostrado constantemente interés en entrar al mercado brasileño, principalmente después de que el Gobierno aliviara las restricciones de inversión extranjera en aerolíneas nacionales en 2019. Mismo año en que la empresa comenzara con vuelos internacionales hacia Brasil.
Sana expresó que el extenso territorio del Brasil y la baja tasa anual de viajes (0.4 viajes por residente) es una oportunidad para revolucionar los viajes aéreos con opciones de vuelo asequibles. Principalmente con la actual política de aviación brasileña, que fomenta que más pasajeros vuelen; valorando los esfuerzos de la Agencia Nacional de Aviación Civil de Brasil (ANAC) hacia la simplificación regulatoria.
Sin embargo, pronunció preocupación por la “excesiva regulación de asuntos comerciales” como las tarifas de equipaje. A pesar de esto, enfatizó los beneficios del modelo de ventas à la carte que permite a los pasajeros pagar solo por los servicios requeridos, haciendo las tarifas transparentes y competitivas. Sana mantuvo que estos debates no disuadirán la expansión de Flybondi en Brasil.
Además, expresó preocupación por las leyes de protección al consumidor que podrían poner en peligro la estabilidad financiera de las aerolíneas, altas cargas fiscales, tarifas aeroportuarias y costos de combustible. Sin embargo, valora los esfuerzos del gobierno brasileño para reducir los precios del combustible de aviación.
“El problema con Brasil es la regulación y carga fiscal excesivas, así como amenazas de obligar a las aerolíneas a ofrecer franquicia de equipaje en el precio del boleto”, indicó.
Sana cree que las aerolíneas de bajo costo pueden remodelar el turismo de Brasil, reflejando la situación en Argentina. Flybondi sostiene que ha logrado interrumpir la estacionalidad del turismo y aumentar la base de pasajeros durante todo el año, teniendo un impacto positivo en las economías al generar empleos y fomentar el desarrollo de infraestructuras. “Creemos que podemos crear un impacto similar en Brasil”, concluyó.
“Esperamos traer buenas noticias a los brasileños pronto”, fueron las palabras elegidas por Sana luego de afirmar que la compañía se encuentra en un proceso de crecimiento de flota.
El interés de Flybondi se da mientras el Gobierno brasileño está fomentando la participación de más competidores en de aviación en su país. “Definitivamente es una agenda constante la atracción de nuevas empresas, hay diálogos con operadores de otros países y la invitación que hacemos siempre es que las aerolíneas puedan iniciar, incluso servicios de cabotaje en el país, pero constituyéndose como empresa brasileña”, aseveró Ricardo Catanant, director de la Agencia Nacional de Aviación Civil de Brasil.