La proximidad de las elecciones nacionales y la posibilidad también de un cambio de signo político que gobierne a partir de diciembre los destinos de la Argentina puso en alerta a los gremios aeronáuticos, mayoritariamente integrados por empleados de Aerolíneas Argentinas. Cambios que podrían ir desde la privatización de la empresa, una restructuración que busque reducir gastos o generar incentivos para aumentar la competencia.
Fue así que el miércoles de la semana pasada, los dirigentes reunidos en la sede recreativa de UPSA, dejaron algunas diferencias de lado y volvieron a unirse todos en el frente Sindicatos Aeronáuticos Unidos. Los 4 que ya lo integraban – UPSA (Unión Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales), APTA (Asociación Personal Técnico Aeronáutico), APLA (Asociación Pilotos Líneas Aéreas) y ATA (Asociación Personal Aeronáutico (personal de tierra)), a los que se sumaron la AAA (Asociación Argentina de Aeronavegantes) y, como novedad, ATEPSA (Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación) que en realidad no pertenecen a ninguna aerolínea.
La primera acción que resolvieron encarar los seis gremios ahora aliados, es una “campaña informativa”, además de hacer público a la brevedad “un programa de desarrollo ya elaborado para la actividad Aerocomercial, articulado con el resto de las actividades económicas, con el objetivo de aportar al crecimiento y desarrollo de nuestro amado país con
inclusión y preservando los derechos de los trabajadores y trabajadoras” POR
