La llegada “agrietada” del nuevo avión presidencial argentino

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El arribo – finalmente – del nuevo avión presidencial adquirido por el Gobierno del saliente Alberto Fernández dejó tela para cortar. Y si bien la “grieta” que divide (o parece dividir) a gran parte de la sociedad argentina se mete en cada decisión o acción que realizan los dirigentes políticos, fue sorpresivo que llegara a niveles tan altos como para colarse hasta en la pasada rasante que realizara el jueves 25 de mayo el B757 denominado ARG 01.

Si bien sería entendible que generara discordia la erogación requerida de millones de dólares en un país con niveles de pobreza históricos, con una preocupante falta de dólares, el tipo de aeronave y su vida útil, la falta de repuestos, la demora en su arribo, la adquisición por parte de un presidente saliente, entre otros puntos, la atención quedó centrada – al menos mediáticamente – en si la pasada rasante en Aeroparque fue “temeraria e insegura” o si fue una acción para “celebrar y destacar” bajo todos los márgenes de seguridad. Y allí es donde parece sentirse cómoda la Grieta. Aquellos a favor del gobierno se vuelcan a la segunda opción, y aquellos que no, montan en cólera ante la situación. Algo es seguro, si la intención era hacer pasar desapercibida la llegada del nuevo avión – mientras la Vicepresidente Cristina Fernández le hablaba a la militancia en Plaza de Mayo – no fue la mejor “idea” realizar una pasada semejante. Pero si la intención era que se hablara del sobrevuelo y la prestancia de la aeronave (y la habilidad de sus pilotos) y no de los más de 25 millones de dólares que saldrán del erario público, podría considerarse la acción como “todo un éxito”.

Muchos de los consultados calificaron la maniobra como – al menos – innecesaria, principalmente teniendo en cuenta que las condiciones climáticas mucho distaban de ser las ideales, con un aeropuerto operando por instrumentos, con turbulencia reportada, fuerte actividad eléctrica, y utilizando la pista 13 estando en uso la 31 con APP RNAV desde Quilmes. También fue materia de discusión – al menos en redes sociales – el ángulo con en el que la aeronave abandona (o parece abandonar) el eje de pista.

Mientras tanto, aquellos que buscan bajarle los decibeles a la discusión, alegan que se trató de una práctica habitual en la industria, autorizada previamente por Tránsito Aéreo. Si hasta el titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), el ultrakirchnerista Pablo Biró, declaró en una entrevista con el ultrakirchnerista Pablo Duggan, que “la maniobra no es temeraria, no es negligente, y criticarla es una estupidez porque los que lo hacen son empleados de Macri”, aunque aclaró que él hubiera comprado un avión más grande y mejor porque “estamos en un país con la economía creciendo” (sic).

Al respecto, a través de un comunicado difundido, los comandantes Juan Pablo Pinto y Leonardo Luis Barone, a cargo del vuelo que trajo a la Argentina el nuevo avión presidencial, informaron: “En vuelo de Traslado de la Aeronave Matrícula ARG-01 desde EE.UU. a la República Argentina, previo al aterrizaje se solicita Permiso al Control de Aeroparque Torre, el sobrevuelo por el Eje de Pista como recepción de la Aeronave Incorporada a la Flota Aérea”. En ese sentido, agregaron: “Tal pasaje fue autorizado por el control siendo esto uso y costumbre toda vez que se incorpora una Aeronave o cuando se Retira un Comandante. Estos pasajes son autorizados realizándose por el eje de pista, sin sobrevolar obstáculos”.

Versiones indican que la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) abrió un expediente para analizar las maniobras realizadas, aunque no podrá aplicar ninguna penalidad. Un poco de papelerío y a otra cosa…

También se difundieron las comunicaciones entre el comandante y la torre de control, aunque parecen dejar más dudas que certezas.

Hasta la misma Fuerza Aérea Argentina tuvo que salir a aclarar que el ARG-01 se encuentra fuera del ámbito del Ministerio de Defensa y que dicha aeronave depende de la Secretaría General de la Presidencia (los pilotos tienen licencia Civil).

En este escenario, el senador radical por La Rioja y exministro de Defensa, Julio Martínez, presentó un proyecto por el cual requirió al Poder Ejecutivo, un exhaustivo informe con referencia a la tripulación del Boeing 757 ARG 01, adquirido para ser afectado al traslado presidencial.

La flota presidencial tiene que volver a volar con pilotos de la Fuerza Aérea Argentina”, afirmó el vicepresidente de la Comisión de Defensa del senado.

Lo concreto es que la aeronave número de serie 29306 arribó desde Miami (previamente en Dallas), donde se encontraba finalizando permisos administrativos.

Mientras tanto ¿qué pasa con el Tango 01, el presidencial a la medida de Carlos Menem, que formó parte del precio final pagado – U$S 3 millones- y que sigue estacionado en El Palomar?

Ahora resulta que este avión no sería expatriado – ¿cuánto deberían invertir para esa última remontada? –  sino que quedaría en la Argentina para ser canibalizado y proveer de repuestos o partes al recién llegado. No hay que olvidar que uno de los argumentos que condujo a la decisión de no invertir en ese avión – más joven, con menos horas de vuelo y menos ciclos, pero en estado de semi abandono-, fue justamente la escasez de repuestos en el mundo para los B757, avión que hace años se dejó de fabricar.

Contrariamente, el mes pasado el primer mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, festejó finalmente la venta del avión presidencial –un B787 Dreamliner de la primera camada que había comprado su antecesor, Felipe Calderón, – por U$S 92 millones al Gobierno de Tayikistán, país del Asia Central, ex URSS. La venta de este avión adquirido en 2018 se convirtió en una obsesión del presidente López Obrador para quien “No podía haber Gobierno rico con pueblo pobre”.

La expectativa ahora es cuando hará su vuelo inaugural el nuevo ARG01, con el Presidente a bordo. En principio la aeronave ya viajó rumbo a China – vía Valencia y Kazajstán – para llevar al ministro de Economía, Sergio Massa, junto al diputado Máximo Kirchner, entro otros dirigentes.

La nave fue cedida al ministro de Economía Sergio Massa para recorrer los 18.000 kilómetros que separan Buenos Aires de Shanghai.

1 Comentario

  1. “la maniobra no es temeraria, no es negligente, y criticarla es una estupidez porque los que lo hacen son empleados de Macri”, aunque aclaró que él hubiera comprado un avión más grande y mejor porque “estamos en un país con la economía creciendo” (sic). ….. Que podes esperar de Biró?
    Veremos que pasa en marzo cuando el avion quede en tierra vencido.
    Por otra parte, por qué lleva Callsign de Aerolineas Argentinas?

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