Este martes, cuando apenas habían trascurrido 8 días desde la “asamblea” convocada por el gremio de pilotos de Aerolíneas (APLA), que dejó en tierra 60 vuelos que afectaron a 6.000 pasajeros, la empresa emitió una convocatoria para incorporar 110 nuevos “pilotos/pilotas” (así dice la convocatoria) a la compañía. Esto, pese al Decreto 246/22 desde el cual, a instancia del nuevo ministro de Economía Sergio Massa, el Gobierno Nacional restringió el ingreso de personal al sector público, del que Aerolíneas Argentinas es parte.
Llamada que se sumó al 17% de recomposición salarial obtenida por APLA – y firmada por casi todos los demás gremios – el miércoles de la semana pasada, 76 horas después de la asamblea y de haber lanzado una amenaza de más medidas de fuerza para este fin de semana largo. Con esta actualización sobre lo acordado hasta septiembre, los empleados de Aerolíneas lograron un nada despreciable 68,1% de aumento para el periodo octubre 2021-septiembre 2022.
Cuando se suponía que después de los últimos cambios en el gabinete, donde la promesa del flamante ministro de Economía fue reducir los gastos y equilibrar el déficit fiscal, reclamos de este tipo no iban a ser tan fáciles, Biró logró en una semana (asamblea en Aeroparque y amenaza mediante) dos de los cuatro reclamos anuncios por el gremio: un incremento de haberes y la incorporación de más pilotos, una promesa de campaña utilizada por Biró en las últimas elecciones para continuar aferrado al sillón de la calle Lezica.
Los otros reclamos, aunque desde la empresa digan que “exceden la relación laboral que vincula la empresa con sus pilotos”, son convenios colectivos por actividad (para afiliar obligatoriamente a los pilotos de las otras compañías a APLA) y la implementación de bandas tarifarias (Decreto 879) que atentan contra la libre competencia.
La conducción de Aerolíneas – que tildó de irracional las medidas de fuerza implementadas por APLA – y el Gobierno ¿tendrán suficiente espalda ahora como para rechazar los reclamos que faltan?
“Tanto el establecimiento de un marco regulatorio de las tarifas aéreas como la definición de un convenio colectivo por actividad, no se encuentran dentro de las atribuciones de esta empresa, razón por la cual, resulta irracional e injustificable la medida de fuerza implementada”, dijo durante la asamblea Pablo Ceriani.
¿La aclaración de la empresa, anterior a ceder por el reajuste salarial y al llamado a ingresar nuevos pilotos, podrá neutralizar los reclamos pendientes o habrá que prepararse para una goleada?
Consultada la compañía, ésta contestó con un comunicado “que en la actualidad Aerolíneas cuenta con una dotación de 11.393 empleados y que desde diciembre de 2019 y por diversas razones, tuvo un total de 653 bajas, de las cuales 93 correspondieron al colectivo de pilotos”. “Por otro lado, si tomamos como punto de partido el mes de enero de 2018, momento en que ocurrió la última incorporación masiva de pilotos, las bajan alcanzan los 162 agentes”.
“De acuerdo a los informes técnicos presentados por Aerolíneas ante el ministerio de Transporte de la Nación – continúa la empresa -, surge la necesidad de incorporar 110 pilotos para volar en las flotas de Embraer 190 y Boeing 737 MAX/800 y NG, luego del ingreso de 4 nuevas aeronaves y de la recuperación de los niveles de operación previos a la pandemia”.
“Por último, también es importante destacar que el ingreso efectivo ocurre luego de entre 4 y 6 meses de capacitaciones y supeditado a la aprobación de los exámenes habilitantes correspondientes”
Habría que ver cuál es la situación hoy, pero durante la gestión de Mariano Recalde, la dotación de pilotos de Aerolíneas más Austral estaba un 30% por arriba de los estándares que usa la industria –cantidad de pilotos por avión – como medida de eficiencia. Los 1135 pilotos actuales dan una relación de 14,32 pilotos por avión, parecida a la de diciembre de 2019.
Ya la consultora especializada Oliver Wyman, que había sido contratada por la anterior gestión de La Cámpora para el diseño de un Business Plan, había advertido este desfasaje entre pilotos y aeronaves.
Aun considerando el B737-8Max ingresado la semana pasada, la empresa se encuentra hoy con dos aviones menos que al comienzo de la gestión de Ceriani, mientras que un A330 con motores PW se irá a fin de año. Con lo cual la empresa se quedará con dos A330 menos. Por cada avión wide body se consideran no menos de 35 pilotos (entre comandantes y copilotos).
Tampoco aclara la compañía que en la actualidad, y en base a la estadística de la ANAC, su oferta de julio de este año respecto a julio de 2019 es un 17,6% menor en vuelos domésticos, y un 30,2% en vuelos internacionales. Además, hay que considerar que dos B737 y seis Embraer 190 están parados, unos desde hace un año y los otros desde hace dos.
Como en el fútbol, siempre hay excusas para cuando se pierden o ganan los partidos.
Sera que estos cambios vienen acompañados por una gestion que ha reducido el deficit de 2 millones de dolares por dia (segun la oposición) a 1,2 millones por dia y bajando . Digo sera como decia Isela Constantini , esta empresa es viable solo hay que hacer una buena gestion con respaldo político ( cosa que ella no tuvo y por eso Dietrich la echó de la dirección de Aer Arg , por qué será…. )
Como no va a bajar el déficit, si las operaciones hoy son como mínimo un 30% menos en rutas internacionales y casi un 20% menos en cabotaje. Aerolíneas cuanto más vuela, más pierde. Una locura. Si AR deja de volar el país deja de perder y las rutas serán cubiertas por empresas low cost por lo cual la ganancia será tanto del erario público como de los usuarios de los servicios aéreos. Obviamente es un proceso que llevará su tiempo, pero alguna vez habrá que empezar a hacerlo. O si no usar el mismo esquema que tuvo Italia con Alitalia. A la enfermedad hay que atacarla desde la raiz para curar al paciente. Alguien se animará?