No hay duda de que se trata de una consecuencia directa de la retención el Boeing 747 de la empresa Emtrasur en Argentina.
En este momento Conviasa está informando a los pasajeros de la suspensión de los vuelos, a quienes les ofrece una reprogramación o directamente la devolución del dinero.
La flota de la compañía estatal venezolana se compone de un A340-200, un A340-300 y dos A340-600, estos últimos transferidos desde Mahan Air, compañía supuestamente privada iraní acusada por los Estados Unidos de apoyar a organizaciones o actividades de carácter terrorista. Junto con Conviasa, está incluida en la lista de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros.
Hasta la semana pasada, Conviasa operaba una vez por semana, los martes, la ruta Caracas-Buenos Aires, los jueves la ruta Caracas-Lima y los miércoles Caracas-Santiago.
La compañía necesita habilitar los A340-600 no solo para cumplir las rutas actuales (La Habana, Ciudad de México, Madrid, Santa Cruz de la Sierra, Moscú (VKO) y Teherán, además de Lima, Buenos Aires y Santiago), sino también para ampliar su capacidad internacional.
En síntesis, la compañía dispondría por ahora retornar sus vuelos empleando los A340-200 y A340-300, aviones que, en el primer caso, antes operaba para Air France, Air Tahití y Air Europa, y en el segundo caso por Air China y la local Avior.
