Unos 42 países, liderados por la Unión Europea, así como decenas de empresas y organismos de aviación como fabricantes o grupos energéticos, suscribieron una declaración que, sin ser jurídicamente vinculante, reclama la neutralidad en carbono para 2050. Al término de una Cumbre de la Aviación, se firmó la denominada Declaración de Toulouse. “Reconociendo el papel esencial de la aviación para garantizar y mejorar la conectividad multimodal regional y mundial para Europa y el resto del mundo, en particular para las regiones que dependen especialmente del transporte aéreo, como motor del desarrollo y la cohesión socioeconómicos”, dice la declaración. “Enfatizando que la descarbonización de la aviación es un desafío complejo, que debe abordarse mediante la implementación de una variedad de medidas diferentes y acompañada en todo el ecosistema de la aviación por asociaciones como Empresas Conjuntas y Alianzas establecidas a nivel de la UE y a nivel mundial, marcos políticos adecuados e incentivos efectivos, como los contemplados en la Estrategia Europea de Movilidad Sostenible e Inteligente”, expresa el texto.
