La semana pasada, Aviación News publicaba que la primera aerolínea low-cost del mundo y primera de Estados Unidos, había tenido que cancelar miles de vuelos como consecuencia, si bien inicialmente todo el mundo lo negó, de la decisión de la compañía de obligar a los pilotos no vacunados a abandonar la empresa, sin sueldo, hasta que se inocularan.
El plan original de Southwest era que los trabajadores que habían solicitado una exención religiosa o médica del mandato de la vacuna, pero no habían recibido una decisión de la empresa, se verían obligados a tomar una licencia sin goce de sueldo una vez que la política entrara en vigor el 8 de diciembre. Sin embargo, a partir del martes los vuelos comenzaron a fluir después que la empresa anunciara que permitiría que aquellos trabajadores cuyo estado de exención aún estaba pendiente continuarán trabajando siempre y cuando “siguieran todas las pautas de distanciamiento y emplearan mascarillas anti Covid aplicables a sus puestos”. También ahora, los empleados de Southwest tienen hasta el 24 de noviembre para solicitar una exención médica o religiosa del mandato de vacunarse.
¿A qué se debió el cambio? La sospecha es que la aerolínea tomó nota que una semana antes un juez federal en Texas prohibiera a United Airlines poner a sus trabajadores en licencia sin goce de sueldo mientras buscaban exenciones médicas o religiosas de un mandato de vacunación. El fallo se tomó como parte de una demanda civil presentada por dos empleados que buscan crear una demanda colectiva contra la aerolínea.