Si bien la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), entidad que congrega a más del 80% de las aerolíneas del mundo, reconoce que en las últimas semanas se ha registrado algún progreso camino a una mayor flexibilidad, la Argentina sigue moviéndose lentamente hacia una reapertura y hacia un horizonte claro para pasajeros y aerolíneas.
“Desconocemos en qué criterio científico se ha basado el gobierno hasta ahora para determinar los cupos diarios de pasajeros. Pero el número cada vez mayor de viajeros vacunados, las buenas condiciones sanitarias que han permitido un progresivo desconfinamiento y la prevalencia de las pruebas y medidas de bioseguridad permiten restaurar la operación aérea sin tener que poner topes. Los países que han adoptado un enfoque coordinado basado en riesgos para la gestión del control fronterizo han recuperado rutas. Mientras que, en Argentina, las medidas draconianas adoptadas hasta ahora están impactando la conectividad del país con el mundo, evidenciando una reducción en sus pares de ciudades de junio a julio de 2021 de 107 a 89”, dijo Peter Cerdá, Vicepresidente Regional de IATA para las Américas.
Por eso que IATA insiste una vez más, mediante un comunicado, con un llamado al gobierno argentino “para trabajar con la industria en elaborar un plan de reanudación y reapertura, que sea claro y definido, con plazos específicos, que permitan reconectar al país de manera segura y catalizar los beneficios que genera una aviación activa y competitiva en el desarrollo social y económico de sus habitantes”.
“Tenemos plena comprensión que, ante todo, el gobierno ha querido proteger la salud de los ciudadanos. Sin embargo, creemos que ya están dadas todas las condiciones para avanzar hacia una nueva normalidad, con la convicción de que es necesario y sobre todo posible, reactivar la economía, el turismo, y las fuentes de trabajo, de forma segura, y al mismo tiempo lograr el reencuentro de las personas en un contexto en que deberemos aprender a convivir con el COVID-19 y sus variantes, no sabemos hasta cuándo. Es hora de estimular la confianza mediante un plan claro que permita tanto a operadores como usuarios, la previsibilidad necesaria para programarse y así generar una reactivación sostenida de la aviación en beneficio de todos los argentinos”, enfatizó Cerdá.
Sostuvo, además, que por eso resulta necesario revisar la eficacia en los procesos y el tiempo de espera en los controles sanitarios a la llegada al país, principalmente en Ezeiza, “los que deben ser “estandarizados, rápidos y eficaces para evitar aglomeraciones innecesarias en los aeropuertos”, dijo.
“Las personas necesitan volver a hacer uso de un servicio esencial de transporte aéreo, sin trabas o medidas que excedan lo realmente necesario para preservar la seguridad. Al entrar en la temporada de verano, necesitamos que la aviación comercial vuelva a ser viable para todos los argentinos. El país tiene que competir, tener precios razonables y dar los servicios esperados. De lo contrario, se seguirá poniendo en jaque la viabilidad de la operación y la conectividad aérea del país”, concluyó.