Según datos de Eurocontrol, en agosto los vuelos volvieron al 71% de los niveles de 2019 en toda Europa. Sin embargo, no solo no es parejo, sino que exhibe una amplia variación entre países, vuelos domésticos e internacionales y entre flujos de tráfico para cada país.
Observando gráficos de los mercados de aviación más grandes de Europa, se percibe que en marzo los vuelos nacionales se mantuvieron mejor durante la pandemia que los vuelos internacionales. Tendencia que se mantuvo durante el verano europeo que aún se transita.
Es así que las restricciones de viaje por el COVID-19 han afectado principalmente a los vuelos de pasajeros internacionales (incluyendo larga y corta distancia y carga) lo que se refleja en las cifras relativamente bajas de vuelos internacionales en comparación con los nacionales.
Dos mercados especiales son Turquía e Italia que hoy tienen más vuelos domestico que en 2019. Así el primero, por ejemplo, superó los niveles de vuelos nacionales de 2019 ya en julio con el 101%, e Italia, que también los supero, pero en agosto, alcanzando el 107% de 2019.
Francia, Grecia, Noruega y España ya están en el 90% o más.
En Alemania, en cambio, la cantidad de vuelos internacionales (66% respecto a 2019) es superior a los domésticos (65%), lo mismo que en Grecia, con una recuperación de internacionales del 95% y de cabotaje 90%.
En los gráficos, el Reino Unido y Noruega siguen siendo particularmente débiles en este flujo: todavía menos de la mitad de los niveles de 2019. Los destinos turísticos clave, por otro lado, experimentaron una rápida recuperación en julio e incluso más en agosto.
Los sobrevuelos, que no tocan un aeropuerto en el país, pero a menudo hacen una contribución significativa a los ingresos del proveedor de servicios de navegación aérea de un país, se observan más débiles en el Reino Unido, que en el resto de los países, en tanto que Irlanda como el Atlántico Norte, que constituyen la mayor parte de este flujo, tardan en recuperarse.
Los sobrevuelos son mucho más fuertes en Italia y España, con una potente aceleración a partir de julio: por ejemplo, Italia recogió vuelos desde Francia y Suiza a Grecia, los cuales ya están por encima de los recuentos de 2019.
