Este martes a la mañana se reunieron de manera virtual autoridades del Gobierno argentino y de la Asociación Internacional de Líneas Aéreas (IATA), intentando algún tipo de solución al cupo impuesto por la autoridades el 25 de junio que limita a 600 pasajeros por día el ingreso al país lo que generó una cantidad importante de argentinos varados en el exterior. La reunión solo habría durado unos minutos, los suficientes para los saludos de rigor y el planteo de ambas posiciones.
De la reunión no participaron ni el jefe de Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero, cuya presencia habían reclamado tanto IATA como JURCA (Cámara de Líneas Aéreas en Argentina) por ser quien firmó la Decisión Administrativa 643/2021, como tampoco el ministro de Transporte, Alexis Guerrera, ni el vicepresidente para las Américas de la asociación que nuclea a las líneas aéreas a nivel mundial, Peter Cerdá.
Sí participaron la gerente de Aérea de IATA para Argentina, Paraguay y Uruguay, María José Taveira, junto a otros dos ejecutivos de la entidad, la titular de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), Paola Tamburelli, y el secretario de Planificación del Ministerio de Transporte, Gastón Jaques. Un comunicado distribuido por IATA ese mismo día, señalaba que los funcionarios oficiales “desde el principio del encuentro dejaron en claro que no tenían información adicional que proporcionar, ya que no son ellos quienes toman las decisiones sobre los temas planteados”. Un punto importante teniendo en cuenta el reclamo desde un principio para que de estas reuniones participe el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quien en definitiva es quien toma las decisiones finales en esta cuestión.
Una primera reunión iba a ser el último miércoles pero la misma se canceló cuando IATA constató, justamente, que no sería de la partida Cafiero.
En el comunicado del martes, IATA no solo insistió con el levantamiento de los cupos impuestos de pasajeros para los vuelos internacionales, sino también saber qué va a pasar la próxima semana, cuando la restricción actual acabe.
La sospecha, después de este segundo intento de dialogo fracasado, es que no hay mucho interés desde el gobierno por cambiar nada. El temor de las aerolíneas es que, salvo alguna variante intermedia que pueda aparecer, las actuales restricciones se mantendrán después del 12 de julio.
