En el marco de su concurso de acreedores, Norwegian Air presentó un nuevo plan de reestructuración ante la Corte, que debe ser aprobado por los acreedores. Si suficientes acreedores respaldan la propuesta, Norwegian podría capitalizarse y de hecho salir de la convocatoria de acreedores tanto en Irlanda como en Noruega. “Es un hito importante en el proceso de asegurar el futuro de Norwegian”, indicó Jacob Schram, CEO de la low cost. “Se espera que el Tribunal Superior irlandés tome su decisión final en las próximas dos semanas. Si todo va según lo planeado, podremos llevar a cabo la ampliación de capital en mayo”, detalló Geir Karlsen, CFO de Norwegian. El plan consiste fundamentalmente en reducir la flota de 140 aviones (los que tenía antes de la pandemia) a 53 unidades. Además, el objetivo es reducir la deuda de US$ 2.400 millones y recaudar entre US$ 472 millones y US$ 590 millones, de los cuales unos US$ 177 aportaría el propio gobierno de Noruega. Los nuevos inversores se quedarían con el 70% del capital accionario, los acreedores atesorarían otro 25% y los actuales dueños retendrían apenas el 5%.
