La compañía aérea neozelandesa ha dispuesto desprogramar y almacenar toda su flota de Boeing B-777 de las versiones 200 y 300, hasta al menos septiembre de 2021. Todos estos aviones volarán hasta California – salvo tres aparatos que permanecerán en Auckland, reservados por si la aerolínea los necesitase en algún momento – donde serán preservados y reservados hasta que la compañía los vuelva a convocar para el servicio. Los aviones son llevados hacia Estados Unidos porque allí se encuentran las mejores condiciones de sequedad para resguardar los aviones y librarlos de toda corrosión.
