Mediante un comunicado, la dirección de Aerolíneas y Austral le comunicó a sus empleados que las medidas de suspensión temporal se habrán de extender por otros dos meses. Concretamente, agosto y septiembre. En el comunicado se informaba también que se convocaba a las entidades gremiales a iniciar conversaciones para acordar un nuevo esquema. Los directivos argumentaron que la extensión de la medida responde “a la imposibilidad de retomar en lo inmediato la operación regular” y “en responder a la necesidad de la compañía de adecuar su funcionamiento a la situación económica y operativa que atraviesa la empresa”. Los primeros en reaccionar fueron los pilotos de Austral, reunidos en UALA, quienes ratificaron el compromiso de llevar adelante esta particular instancia “preservando los ingresos”. Esto, pese a que la suspensión les garantiza los mismos ingresos, salvo algunos extras relacionados con la productividad. Nada que ver con el resto de la industria.
CUERPO DE DELEGADOS DE LA ASOCIACIÓN DEL PERSONAL TÉCNICO AERONÁUTICO
A todos nuestros REPRESENTADOS; a los directivos de AEROLÍNEAS ARGENTINAS SA y AUSTRAL LÍNEAS AÉREAS – CIELOS DEL SUR SA; a los representantes del PROGRAMA DE PROPIEDAD PARTICIPADA (de ambas empresas); a la APTA; al MINISTERIO DE TRABAJO; al MINISTERIO DE TRANSPORTE, a la ANAC; al GOBIERNO NACIONAL y a la SOCIEDAD en su conjunto:
Expresamos nuestra preocupación ante la situación de público conocimiento que están pasando nuestras empresas, la cual vulnera nuestros derechos, no garantiza la continuidad laboral, no preserva las condiciones laborales, no proyecta el cumplimiento de acuerdos convencionales, acciona sobre las condiciones laborales y nos deja en estado de indefensión absoluta con la posibilidad de comprometer legítimos derechos adquiridos.
Nos encontramos desamparados tanto en lo que respecta a la representación y tutela sindical de la APTA; sin ser tomados en cuenta como parte fundamental afectada y damnificada por el Estado ni la Empresa; sometiéndonos a la «FUSIÓN POR ABSORCIÓN» mediante el mecanismo de la desinformación y a la práctica del hecho consumado como fuente de derecho.
Al día de hoy hemos agotado todas las instancias administrativas y legales posibles, lo que nos ha dado la pauta que no hay interés alguno de ninguno de los actores involucrados en tomar nuestra situación y postura.