El conflicto tiene que ver con que la dirección de la empresa le comunicó a los pilotos que cumplen funciones de coordinadores de instrucción, instructores e inspectores que no van a cobrar durante los meses de abril y mayo –plazo que puede extenderse o acortarse– las sumas adicionales concernientes a dichas funciones, dada la merma de sus obligaciones y responsabilidades. Si bien la medida es vista como razonable por la comunidad aeronáutica, no lo es para los pilotos que temen que la misma se haga extensiva a otros adicionales que cobran por sobre el sueldo básico, como por ejemplo las horas garantizadas de vuelo. La reacción inmediata de APLA cuando no se pagó el adicional fue un comunicado firmado por el Secretario Gremial donde acusa a la empresa de avanzar unilateralmente y de que es la segunda provocación que reciben en pocas semanas después del descuento realizado en los haberes de marzo por actividad no realizada. Y termina el mismo, amenazando, más allá de mandar la denuncia al Ministerio de Trabajo, con darle mandato gremial para no realizar ninguna actividad de instrucción e inspección y de no concurrir al Centro de Formación y Entrenamiento de Pilotos de la República Argentina (CeFePRA) hasta que se regularice este pago. La respuesta de la empresa fue inmediata: por medio de un telegrama, directamente los desafectó temporariamente. Solo en Aerolíneas son 170 los instructores e inspectores. El problema le llegó a Pablo Biro, presidente de APLA, mientras volaba de China. «No es secreto que yo he peleado por tener un gobierno de este signo, tengo respeto y admiración por Pablo Ceriani, pero mis compañeros me dieron la responsabilidad de cuidar la seguridad y bienestar de su familia, por lo que jamás voy a dejar de pelear y reclamar una compensación justa», dijo el dirigente que está entre la espada y la pared. Y continuó: «No es el rol más feliz ir a pedir salario en estas condiciones, pero por otro lado tenés situaciones muy conflictivas e inoportunas. En otro contexto hubiese sido causa de un conflicto descomunal”, concluyó.
