Luego de que el gobierno estadounidense decidiera una suba de los aranceles para los aviones extranjeros, Bombardier decidió compartir el desarrollo del programa CSeries con Airbus. En realidad, conformó una empresa común junto con el grupo europeo y el Gobierno regional de Québec. Sin embargo, aunque la medida resultó eficiente para sortear el problema impositivo, no resolvió la situación económica de Bombardier que ha decidido definitivamente dejar de fabricar aviones comerciales por lo que abandonó la empresa conjunta. En definitiva, Airbus se quedará con el 75% de las acciones de Airbus Canadá, mientras que el porcentaje restante quedó en manos del Gobierno de Québec. Pero, además, mediante otra subsidiaria, Stelia Aerospace, Airbus asumió también el control de la planta de Bombardier en Saint-Laurent, Quebec, donde se producen partes del A220 y del A330. “Este acuerdo con Bombardier y el Gobierno de Québec demuestra nuestro apoyo y compromiso con el A220 y Airbus en Canadá. Además, extiende nuestra asociación de confianza con el Gobierno de Québec. Esta es una buena noticia para nuestros clientes y empleados, así como para Québec y la industria aeroespacial canadiense”, dijo el director ejecutivo de Airbus, Guillaume Faury.
