AEROLÍNEAS ARGENTINAS: DE MAL EN PEOR

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Y no lo dijeron los gremios, la competencia, ni la oposición sino el mismo presidente de la compañía, Luis Malvido, a un grupo de periodistas a los que habían citado para contarles sobre la implementación de una «app» para teléfonos celulares y una nueva página web (costó $ 70 millones), noticia que pasó absolutamente desapercibida después que dijera que éste va a ser, para Aerolineas, un año peor que el 2018 y que los subsidios serán aún mayores. Como se recordará, la empresa dijo haber recibido el año pasado unos U$S 200 millones para equilibrar sus cuentas, pero basó sus cálculos en la cotización del dólar de fin de año (37,88) y no el valor promedio del ejercicio (28,11) obviando que las transferencias se hicieron a lo largo del mismo y no al final. En base a esto, los subsidios el año pasado habrían rondaron los U$S 300 millones. ¿A cuánto ascenderán este año? Unas pista la dio el Ministro de Transporte hace unos días, en su discusión con los gremios, cuando declaró que Aerolíneas le cuesta a los argentinos unos $ 2.000 millones (unos 45 millones de dólares) por mes. Por su parte Malvido reconoció que les está costando pagar los sueldos y las cuentas a fin de mes (hace rato que se sospecha que los atrasos con YPF, AA2000 e Intercargo, que garantiza el Gobierno, son importantes como también reservas de mantenimiento de los lessors) y que todas las rutas internacionales son deficitarias, algo que no es nuevo en la empresa. Pero lo más llamativo es que el ejecutivo culpó al resto de las compañías por ejercer una competencia “muy agresiva” cuando son justamente sus competidores los que se quejan, y así se lo hicieron saber al ministro de Transporte en más de una oportunidad, por las promociones a las que recurre la empresa estatal. Por ejemplo, las doce cuotas sin interés financiadas, dicen, gracias a los subsidios que recibe y otras ventajas impositivas con las que no cuentan los privados. Las declaraciones de Malvido no cayeron bien en el Ministerio, responsable de la politica de apertura del sector, donde las consideraron, según trascendió, “muy negativas”, ni en algunos sectores políticos del oficialismo que las definieron como “inoportunas”.