En el Ministerio reconocen que estuvieron activos la semana pasada, aunque no hubo como otras veces comunicado de prensa. Primero el ministro Guillermo Dietrich y su equipo se reunieron con los gremios aeronáuticos y luego con las cabezas de las líneas aéreas argentinas, con la excepción de Aerolíneas, aunque para representarla estaba por supuesto el propio ministro. No fue mucho lo que trascendió. En el primer caso un comunicado emitido por los gremios aeronáuticos, con excepción de la AAA, dejaba en claro que el encuentro fue cordial, aunque no hubo coincidencia en el punto central: para el gobierno «la revolución de los aviones» es un éxito pero para los sindicalistas un fracaso. El escrito plantea también que mientras Dietrich considera indispensable «la búsqueda de eficientizar la actividad y que estas discusiones se tienen que dar en cada empresa en particular» para los gremios «la verdadera intención es ir por la flexibilización de los Convenios Colectivos de Trabajo». De la reunión con las empresas, tradicionales y low cost, no solo no hubo comunicado sino que prevaleció el hermetismo. Lo poco que trascendió, y en esto coinciden todos, es también en el tono cordial del encuentro y el compromiso por parte de los funcionarios de trabajar para resolver los problemas del sector de los que no se salva ninguna empresa. Entre ellos los altos costos de la industria en la Argentina y las distorsiones que genera competir con una empresa que no tiene límites de rentabilidad y obviamente de bolsillo.
