Algo que para cualquier sociedad es un trámite normal cada año, no parece serlo para Aerolíneas Argentinas que desde 1996 no presentaba los balances en el plazo que marca la ley. Tampoco Austral, aunque aquí el descuido es de “apenas” 13 años. En ambos casos implica no solo un incumplimiento por parte de las administraciones estatales sino también de las últimas privadas. Los balances 2017 de ambas compañías, disponibles para quienes los quieran consultar en la web, fueron presentados a la prensa por el presidente de la compañía, Mario Dell’Acqua, el Gerente general, Abbott Reynal y el Ministro de Transporte, Guillermo Dietrich. Tal como anticipó la semana pasada Aviación News, los estados contables fueron aprobados en la Asamblea de Accionista del 29 de mayo por los representantes del estado y la PPP de Austral, mientras que la PPP de Aerolíneas se abstuvo de firmar el balance correspondiente además de rechazar la gestión. Los balances muestran que durante el 2017 los ingresos ($ 39.028 millones de pesos argentinos) se incrementaron en un 97% respecto al 2015, mientras que las pérdidas (de $ 6.312 millones) se redujeron un 32%. Esta reducción de las pérdidas es lo que facilitó la baja de los aportes del Estado, que de un promedio anual (2009-2015) de U$S 678 millones pasó a U$S 302 en 2016, U$S 183 en 2017 y U$S 82, se estima, este año. Otro dato claro de la mejora lograda es que mientras en 2009 el Estado aportaba por cada pasajero que volaba U$S 120 y U$S 132 en 2011, en 2018 fue de U$S 6. Entre los principales indicadores de performance los ejecutivos destacaron un incremento de flota del 11% entre el 2015 y el 2017, del 10% en asientos ofertados y una mejora del 3,5% en el factor de ocupación, pese a la incorporación de nuevos aviones. La compañía mantiene un market share del 74% en cabotaje y del 25% en internacional no obstante al incremento de la competencia. Respecto a los gastos, el rubro sueldos y cargas sociales acumuló, en base al dólar contable equivalente a 16,556, sumadas ambas compañías U$S 748,7 millones, una incidencia del 28,3% del total de gastos en el caso de Aerolíneas y del 27,8% en Austral, porcentaje considerado alto según parámetros de la industria. Le sigue luego combustible (US$ 512 millones), alquiler de aviones (US$ 243 millones) y mantenimiento (US$ 176 millones).
