(Enviado especial) Entre el 19 y el 23 de mayo, Denver no solo fue la capital de Colorado, sino también la capital del turismo. En esta ciudad, característica del Viejo Oeste y surgida durante la fiebre del oro, recibió por segunda vez (la anterior fue en 1991) al IPW (International PowWow). Evento que tiene como misión generar turismo hacia los Estados Unidos, y que se diferencia de las típicas ferias de turismo europeas (FITUR, ITB, WTM, BIT, etc.) y latinoamericanas (FIT, ABAV, Anato, etc.) por sus stands lineales y uniformes que apuntan más que a generar un impacto visual, a crear un clima de negocios cara a cara, apoyado por un intenso intercambio pre agendado al que son sometidos tanto compradores como vendedores y hasta periodistas. Un evento, además, cien por ciento para profesionales, que en esta edición, la número 50º, reunió en el Colorado Convention Center, un moderno complejo de 52.500 m2, a más de 6.000 delegados, participantes de 70 países, incluyendo más de 1.300 compradores internacionales y 500 periodistas. Sus organizadores, sobre datos aportados por la firma independiente de investigación de mercado Rockport Analytics, estimaron que el evento habrá de generar cerca de U$S 4.700 millones en futuros viajes en los próximos tres años, solo por las reuniones previamente acordadas, unas 100 mil en tres días. En 2016, en Nueva Orleans, el optimismo reinante llevó a los organizadores del 48º IPW a fijar como meta los 100 millones de visitantes para el 2021. Unos 24 millones más que en 2016, lo que supondría, para tener una dimensión del salto, 5.000 pasajeros más por día por el Aeropuerto JFK de Nueva York, y 4.000 más por los de Miami y Los Angeles. Pero en enero de 2017 llegó a la Casa Blanca Donald Trump y ya nada fue igual. Así, mientras el volumen de viajeros creció en el mundo un 7,9% en 2017, Estados Unidos perdió market share mundial al pasar del 13,6% en 2015 al 11,9% en 2017. “Parece poco, pero eso significa que nuestra economía ha dejado de recibir U$S 32 mil millones en ingresos, unos 7 millones de turistas y perdido 100 mil empleos”, dimensionó Roger Dow, el carismático presidente y CEO de la U.S. Travel Association, entidad sin fines de lucro que representa a todos los sectores de la industria del turismo. Aunque inmediatamente recobró el optimismo: “Es necesario recuperar nuestra porción de mercado”. La preocupación no es menor: el turismo es la octava actividad productiva del país. (Ver nota completa)
IPW 2018 EN DENVER: LOS AVATARES DEL NEGOCIO TURÍSTICO EN EE.UU. EN TIEMPOS DE TRUMP
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