Se trata de un encargo por 17 aviones del modelo A320neo y 3 del A321neo que empezarán a llegar a su flota en el primer semestre del año que viene, según anunció su presidente ejecutivo, Luis Gallego. Iberia pone así en marcha la renovación de la flota de corto y medio recorrido en paralelo a la de sus aviones de largo alcance, donde ha incorporado 18 A330 desde 2013 y está pendiente de la entrega de 16 aparatos A350-900, que empezarán a llegar el próximo año. La acción se enmarca en el plan de transformación de la compañía, puesto en marcha en 2012, y en su vertiente de la mejora del producto. Su otro objetivo es la transformación económica y ya se ha logrado que Iberia vuelva a la senda de la rentabilidad, con un beneficio operativo de 271 millones de euros en 2016, tras seis años de pérdidas que ascendieron en total a 1.000 millones. “La tercera vertiente del plan es la transformación cultural para ofrecer mejores servicios y atención al cliente, donde ya se están consiguiendo cosas importantes como, por ejemplo, la puntualidad. Finalmente, la transformación digital, sin la cual es difícil imaginar el futuro de Iberia, y en general de cualquier empresa, que compromete todas las áreas de la compañía y el objetivo es trabajar de forma más eficiente y hacerle la vida más fácil al cliente”, precisó Gallego.