La empresa fabricante de aviones espera una caída de las ventas para 2017 y en consecuencia una disminución de los beneficios. Así lo confirmó Dennis Muilenburg, director Ejecutivo de la compañía en el marco de un encuentro con inversores organizado por Morgan Stanley. De hecho, Muilenburg admitió que es posible que Boeing ni siquiera alcance la meta de 740 aviones vendidos para este año, dado que a septiembre la firma registró pedidos por sólo 355 unidades. Según Boeing, un contexto económico de estancamiento mezclado con una caída en los precios del petróleo favorece el mantenimiento de flotas más viejas y que consumen más JP1, en lugar de sustituir esos aviones por unidades nuevas, mucho más eficientes en el consumo de combustible pero claramente más onerosas.
