Recientemente, Portugal cambió de signo político. Esto supuso el alejamiento del gobierno de Pedro Passos Coelho y el arribo del socialista Antonio Costa, y una de las primeras grandes consecuencias es el planteo de recuperar el control de TAP-Air Portugal, que fuera vendida a un consorcio integrado por el empresario local Humberto Pedrosa y el estadounidense-brasileño David Neeleman. Los nuevos dueños privados, en teoría, se hicieron con el control del 61% de las acciones. Sin embargo, “estamos decididos a recuperar la mayoría del capital de TAP en favor del Estado”, anticipó Pedro Marques, el nuevo ministro de Infraestructuras. Desde la gestión de la aerolínea, el CEO Fernando Pinto, dijo sin embargo que “ya se han inyectado € 180 millones, y ya he gastado la mitad”, con lo cual resulta complicado dar marcha atrás con la privatización.
EL GOBIERNO DE PORTUGAL QUIERE RECUPERAR EL CONTROL DE TAP
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