Luego de que un copiloto con desórdenes mentales estrellara el A320 de Germanwings que manejaba, en los Alpes Franceses, mientras cubría la ruta Barcelona/Dusseldorf (hecho que sucedió en marzo pasado); la Agencia Europea de Seguridad Aérea –EASA- propuso una medida para evitar que el caso vuelva a repetirse. El organismo continental propuso crear una base de datos médicos de pilotos y copilotos centralizada. La idea surge de un grupo de trabajo especial constituido para estudiar la situación y proponer soluciones. A esto se sumaría una mejora en la evaluación psicológica de los comandantes y una vigilancia más estrecha de la salud de los pilotos.
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