En un principio fue una decisión estratégica más vinculada con el marketing. Se trataba de abaratar costos de flete y poder producir cerca de sus clientes, por eso Airbus inauguró una planta en Mobile, Alabama. Sin embargo, una decisión de política económica de Donald Trump, transformó a esa línea de producción en central. Y es que los Airbus A320 montado en Mobile, cuentan con la leyenda “Hecho en América”, y eso los convierte automáticamente en un 10% más baratos que los que la propia Airbus monta en Europa (en las plantas de Hamburgo o Toulouse) o en China (Tianjin). Esto ha supuesto un problema para la compañía europea, porque en la planta sólo puede producir 5 aviones por mes y debe satisfacer los pedidos de media docena de aerolíneas estadounidenses. Sólo Delta Air Lines, por ejemplo, ha cursado un pedido por 250 Airbus, 100 de ellos del A321NEO.
