Este domingo, un Bombardier CRJ900 de Delta Air Lines se estrelló al aterrizar en el Aeropuerto Internacional Pearson de Toronto (YYZ). Según los medios locales, el vuelo regional de Delta Connection volaba desde Minneapolis hasta Toronto donde había una tormenta de nieve.
Las fotografías y el video del CRJ900 aterrizando a los golpes y el final del avión boca abajo en la pista, son impresionantes.
Tanto como los videos que muestran a un helicóptero Black Hawk del ejercito de los Estados Unidos y un Bombardier CRJ-700 de la subsidiaria de American Airlines, Republic Airways, cuando chocaron en el aire y caen al rio Potomac en la zona de influencia del aeropuerto Ronald Reagan de Washington DC. Allí murieron los 67 pasajeros de ambas aeronaves.
A este le siguió el accidente de un avión sanitario – un Learjet 55- en Filadelfia con seis personas a bordo, en tanto que un Bambardier CRJ-550 operado por GolJet para United Express se fue de pista al aterrizar en el Aeropuerto Internacional Lambert de San Luis, Misuri
Sin mencionar incidentes menores en pocos días como el de un Japan Airlines que colisionó con un Delta estacionado en el aeropuerto de Seattle o el motor que se incendió antes de despegar en un A319 de United en Houston.
¿Solo casualidad? ¿Mala suerte? ¿Qué está pasando?
Las autoridades y la industria deberían dar alguna explicación, si la hay. La actividad toda de ese país está cuestionada…