El CEO del grupo aéreo Ryanair, Michael O’Leary, cargó duramente contra el Gobierno del Reino Unido tras anunciar su intención de aumentar el impuesto a los pasajeros aéreos. Según el máximo ejecutivo de la compañía irlandesa, la medida comprometerá el crecimiento del sector y llevará a la aerolínea de bajo coste más grande de Europa a trasladar su capacidad a otros países más favorables, como Italia y Suecia.
Durante una entrevista en Bloomberg TV, O’Leary calificó la decisión de «locura» y criticó la incoherencia del Gobierno británico, que, a su juicio, promete impulsar la economía mientras impone cargas fiscales que dañan el turismo y el transporte aéreo.
«El Reino Unido no tiene ninguna posibilidad de crecer si esta canciller idiota cree que el camino es aumentar los impuestos a los viajes aéreos», afirmó contundente O’Leary tras presentar los resultados financieros de la compañía. «Hay que estar loco para hacer eso», añadió.
El impuesto a los pasajeros aéreos en vuelos económicos de corta distancia, como anunció la ministra de Hacienda británica Rachel Reeves en el presupuesto, subirá un máximo de 2 libras por pasajero.
Por el contrario, O’Leary advirtió que el impacto real será más significativo, dado el contexto en el que otros países europeos están optando por reducir sus tasas aéreas, lo que podría elevar la diferencia hasta las 10 libras.
Por otra parte, Schiphol, el aeropuerto más grande de los Países Bajos, aumentará sus tarifas un 41% el próximo año, consolidándose como el segundo aeropuerto más caro de Europa. En este escenario, KLM aseguró que será inevitable que los boletos sean más caros.
Este incremento se suma a una subida acumulada del 40% en los últimos tres años, lo que generará un impacto significativo en los precios de los boletos para los pasajeros y en el sector de la aviación en general.
“Schiphol traslada los costos adicionales de los contratiempos y los excesos presupuestarios en gran medida al viajero. Es inevitable que los boletos sean más caros si se aumentan tan drásticamente las tasas aeroportuarias. Esto es irrazonable e imprudente. Irrazonable, porque Schiphol hace recaer los costos de todos los contratiempos y Covid-19 enteramente en las compañías aéreas. Desaconsejable, porque al hacerlo, el aeropuerto socava su posición competitiva como hub internacional. Esto plantea riesgos para la función de hub, la conectividad de los Países Bajos y nuestra economía”, señaló Marjan Rintel, CEO de KLM.
A pesar de sus críticas, KLM apoya la necesidad de mejorar el aeropuerto y elevar la calidad del servicio para los viajeros. La aerolínea considera urgente mejorar el estado de mantenimiento de los edificios y áreas de trabajo en Schiphol, que actualmente no cumplen con las expectativas de pasajeros y empleados.