Macao, un paraíso para los jugadores, y mucho más

0
334

La Región Administrativa Especial de Macao de la República Popular China es, junto a Hong Kong, las áreas que justifican la frase de China de “un país, dos sistemas”. Y es que pese al ser un territorio chino, este posee su propia moneda, su particular sistema de fronteras que permite a muchas nacionalidades entrar sin visa, así como su propia legislación entre otras diferencias de “sistema”. A estas particularidades, se suma que en Macao están permitidos los casinos, representando un gran atractivo para la población de la vecina otra parte de China, y a escasos 40 minutos en ferry de Hong Kong, lo que representa una oportunidad que resulta en un enorme crecimiento de este pequeño territorio.

La enorme mayoría del turismo viene de China, quienes sí necesitan permisos de visita a esta región, y quienes se dedican a jugar en los casinos y a comprar en las tiendas de todas las marcas de lujo, ya que los varios casinos tienen sus áreas comerciales de enormes superficies. Y es que, en los últimos años, esta industria del turismo del juego y shopping muestra un crecimiento absurdo y que no se detiene. Si bien no es ideal comparar ciudades, es evidente que Las Vegas quedará chico en comparación en poco tiempo. Grandes cadenas de hoteles de estilo chino, buscan generar espacios de casino, compras y espectáculos para aprovechar al máximo las visitas.

Este no es un destino barato, en donde la mayoría de los turistas internacionales vienen por el día desde Hong Kong, ya que es muy fácil el viaje y los tramites de migraciones entre ambas regiones especiales, en donde hasta las monedas de ambos destinos se usan indistintamente en Macao. Los grandes hoteles ofrecen todos los servicios de un hotel 5 estrellas, y un muy apreciable shuttle gratuito entre los hoteles, las dos terminales de ferrys y el aeropuerto internacional. La estrategia aquí es clara: facilitar y alargar la estadía de los turistas.

El área de hoteles, llamado Cotai, alberga los mayores y aun en crecimiento emprendimientos hoteleros, en donde principalmente están los hoteles Venetian, el Londoner y el Parisian que dan a esta calle un ambiente especial. Existen también otras cadenas de hoteles de lujo como el Sheraton, Four Seasons, Wynn, MGM, etc. Estos complejos están unidos unos a otros por pasajes agradablemente climatizados para evitar el calor, por lo que no es necesario ni siquiera cruzar la calle. Como siempre, la estrategia de los casinos es que se pierda la noción del tiempo puertas adentro, asegurándose que no existan motivos para salir.

Mas allá de esta parte nueva de la ciudad, existe un centro antiguo declarado Patrimonio Histórico de la Humanidad por la UNESCO, en donde se puede apreciar la herencia portuguesa de esta ex colonia. Y es que recién desde el 20 de diciembre del 1999 China recuperó estas tierras de Portugal, en un acuerdo similar al de la devolución de Hong Kong por parte del Reino Unido. La forma más económica para moverse entre la zona de los hoteles y el centro histórico es tomarse el colectivo, que en 40 minutos lo dejará en la zona histórica. Pero cuidado, solo es posible pagar el precio exacto en monedas, por lo que no hay que dudar en pedir cambio en el hotel.

El centro histórico es una típica ciudad colonial portuguesa, pero invadida de chinos, con negocios de productos tradicionales que no concuerdan con el gusto occidental. Si bien, al viajar hay que adaptarse a lo local, fue difícil para este turista desayunar achuras hervidas en esta ciudad de mucho calor y humedad. Por suerte existen cadenas de hamburguesas y Starbucks, esta última cadena súper representada cada pocas cuadras. Es interesante ver los contingentes de turistas chinos, entrando en visitas guiadas a las iglesias, en donde se les explica lo que para nosotros es conocido.

Pero hay mucho más, hay parques acuáticos, una torre de 330 metros, museos de arte e históricos, un fuerte colonial portugués, costa marítima, el puente marítimo más largo del mundo que la comunica con Hong Kong, templos budistas, y hasta el circuito callejero del Premio de Macao de la Fórmula 3.

En definitiva, es una ciudad muy interesante con mucho para ver, para aprender de la historia de esta parte del globo, muy intensa y que seguirá cambiando aceleradamente. Es un destino infaltable para visitar si se está por la región, en donde recomiendo dormir por lo menos una noche, buscando alguna oferta de los grandes hoteles. No se van a arrepentir.