El gobierno francés anunció esta semana una propuesta de implementación de un “impuesto verde” en el sector del transporte para 2024, que afectará a los aeropuertos más grandes del país y previsiblemente aumentará los costes de viajes. La medida supondrá un impuesto del 4,6% a los aeropuertos con ingresos operativos superiores a € 120 millones, lo que afectará a las principales terminales como los aeropuertos parisinos de París Charles de Gaulle y Orly. Aéroports de París (ADP), gestor aeroportuario de ambos aeropuertos parisinos, dijo que tiene la intención de transferir aproximadamente el 75% del impuesto a las aerolíneas mediante un aumento de las tarifas durante un período de dos a tres años, y el primer aumento se aplicará desde el 1 abril de 2024. “No es en absoluto una buena noticia y corre el riesgo de «perjudicar a las aerolíneas francesas”, dijo la CEO de Air France, Anne Rigail. El gobierno francés espera recaudar unos € 600 millones anualmente con el impuesto, que según ACI Europe, también afectará a aeropuertos como los de Niza, Marsella, Lyon y Toulouse. “Se trata de otra iniciativa más del Gobierno francés dirigida a la aviación y etiquetada como ecológica, pero que en realidad afectaría tanto a los esfuerzos de descarbonización como a la economía. Exprimir los ingresos fiscales de los aeropuertos que lideran los esfuerzos de descarbonización no es aconsejable y equivale a un lavado de cara de las políticas”. La organización también ha instado al gobierno francés a reconsiderar su plan.
