Spirit AeroSystems, una empresa que construye los fuselajes para el Boeing B-737MAX y los envía a las instalaciones de Boeing en Renton, para el ensamble final, confirmó una nueva falla. Dos de los ocho puntos de conexión que unen el estabilizador vertical (cola del avión) con el fuselaje, son producto de un proceso de fabricación no estandarizado, lo que puede afectar la sujeción del estabilizador con el fuselaje del avión. De modo que ciertos aviones de las versiones MAX 7, MAX 8 y MAX 8/200 todavía no entregados en producción, así como algunos aviones de la versión militar Poseidón P-8, podrían estar afectados. Ahora bien, si se descubre que el problema data de hace cuatro años, será necesario hacer inspecciones y reparaciones en bastantes unidades, aunque no se trate de un peligro inminente. “Este no es un problema de seguridad de vuelo inmediato y la flota operativa puede continuar operando de manera segura. Sin embargo, es probable que el problema afecte a un número significativo de aviones B-737 MAX no entregados, tanto en producción como en almacenamiento”, dijo Boeing en un comunicado. La Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA), ya confirmó que la evaluación realizada por la empresa y basada en los datos proporcionados por Boeing afirma que no hay un problema de seguridad inmediato, pero será necesaria la revisión de los aviones posiblemente afectados. Desde los accidentes que afectaran al modelo y que datan de 2018 y 2019, a la fecha ha habido más de 750 entregas incluyendo las versiones MAX 9.
