Cuando comenzó la guerra en Ucrania, los países occidentales lanzaron una serie de sanciones económicas. Entre ellas, obligar a todas las empresas leasing de aeronaves a dar de baja los contratos con aerolíneas rusas, so pena de ser castigadas. Sin embargo, la mayoría de los aviones que se encontraban volando sobre cielos rusos, fueron retenidos. Es decir, Rusia no solo no acató la suspensión de los contratos, sino que la declaró ilegal y dio luz verde para que sus empresas continuaran utilizándolos. Ahora el gobierno ruso ha decidido darle un marco legal y resolver el conflicto con las empresas de leasing, comprando los casi 500 aviones en litigio. A largo plazo, Rusia ya manifestó que pretende impulsar la fabricación de aviones propios para no depender de los Occidentales, sin embargo, de momento, comprará los aviones en litigio. Obviamente, la compra demanda una negociación previa con las empresas de leasing, para que se avengan a vender los aviones. Si bien a priori puede parecer poco probable que estén de acuerdo con vender, también es cierto que frente a la opción de no recuperar su activo (el avión), que además se deprecia con el uso, y no tener compensación alguna, no es una mala opción la venta.
