Con la operación este lunes 21 del vuelo AM890 de Aeromexico desde Villahermosa, Tabasco, a bordo de un equipo Embraer 190, se inauguraron formalmente las operaciones en el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en la base militar aérea de Santa Lucía, que servirá para el área metropolitana de Ciudad de México con el objetivo de descongestionar al histórico Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) y el de Toluca.
Las obras, siempre rodeadas de polémicas, fueron inauguradas por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Durante la gestión anterior de Enrique Peña Nieto, se había comenzado la construcción del nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), que recibió duras críticas por construirse sobre el lago de Texcoco y con contratos cuestionados por presunta corrupción. Apenas asumido en su cargo, López Obrador llamó a una consulta popular donde el 70% de quienes participaron de la votación, eligió la opción de cancelar el NAIM, una obra de 13.300 millones de dólares que contaba ya con un 30% de avance.
La nueva terminal tendrá 384.129 metros cuadrados y podrá albergar 19,5 millones de pasajeros y 119.000 operaciones al año. Las críticas de la oposición indican que solo tendrá 14 posiciones para aviones
El AIFA inició este lunes con operaciones áreas de cuatro aerolíneas, Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus. La única ruta internacional fue a Caracas con Conviasa.
El aeropuerto se inauguró sin la operación del tren suburbano con el que López Obrador promete que una persona llegará en 40 minutos desde la estación Buenavista, en el centro de Ciudad de México.
El AIFA cuenta con tres pistas: una de uso militar, y dos de uso comercial, con 4.500 metros de longitud por 45 metros de ancho, las más largas del país.
De acuerdo con el Programa Maestro de Desarrollo, para 2022 el aeropuerto deberá trasladar a 2.4 millones de personas y; en 2023, se espera que el número de pasajeros transportados llegue a los 5 millones.
