Terminaron las obras de renovación de la Terminal B del aeropuerto neoyorquino de LaGuardia y en concreto de la nueva ala de American Airlines, tras obras que se extendieron por seis años. “Este es un día en el que el sol brilla en la ciudad de Nueva York”, dijo el jueves la gobernadora del Estado de Nueva York, Kathy Hochul. Los trabajos demandaron una inversión de US$ 8 mil millones por parte de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey para transformar LaGuardia en una instalación del siglo XXI, en el marco de un plan maestro que también incluye un plan para sustituir las terminales C y D. La nueva Terminal B sustituye al edificio de la Terminal Central de la década de 1960 e incluye 35 nuevas puertas de embarque, un estacionamiento, un puente aéreo, casi 50 nuevas tiendas, restaurantes y áreas de servicios, y el hall central, que conectará con la Terminal C. Valorado en US$ 4 mil millones, el proyecto de la Terminal B fue la mayor iniciativa público-privada de la historia de la aviación estadounidense. “Hemos pasado literalmente de lo peor a lo mejor”, dijo Hochul. El plan de infraestructura del Estado de Nueva York implica también planes como el desarrollo del AirTrain de LaGuardia y la remodelación de la terminal 4 del aeropuerto internacional John F. Kennedy.
