La mayor low cost de Europa completó la primera mitad de su año fiscal (que fue del 31 de marzo al 30 de septiembre) y en ese contexto logró reducir sus pérdidas en un 88%, que llegaron a € 48 millones. Cabe recordar que en la primera mitad el período anterior, el rojo llegó a € 411 millones. Lo interesante es que, en la lectura trimestral, en el segundo período, de julio a septiembre, obtuvo beneficios por € 225 millones. El tráfico, otro dato interesantísimo, mostró una recuperación del 128%, llegando a 39 millones de viajeros transportados. La facturación se incrementó un 83%, hasta los € 2.154 millones. “Tras un primer trimestre muy perturbado, que vio la mayoría de los vuelos de Pascuas anulados y una flexibilización más lenta de lo previsto de las restricciones de viaje en mayo y junio, el tráfico rebotó en el segundo trimestre gracias al exitoso despliegue de los pasaportes sanitarios digitales Covid de la UE en julio”, señaló el presidente del holding Ryanair, Michael O’Leary.