El viernes pasado el grupo aéreo alemán devolvió los 1.000 millones de euros restantes en préstamos, y canceló la parte no utilizada de su paquete de ayuda. Estos reembolsos significan que el gobierno alemán puede empezar a vender su participación del 14% en la aerolínea en los próximos seis meses, con una salida completa en dos años.
Para que la deuda del gobierno sea reembolsada, Lufthansa se ha endeudado fuertemente con acreedores privados para sustituir la ayuda con un plan que incluye recortes salariales y reducción de flota.
En 2020, Lufthansa recibió un paquete de ayuda de 9.000 millones de euros para salvar la compañía de la quiebra, en un momento en que el tráfico aéreo estaba prácticamente detenido por la epidemia de coronavirus. Sin embargo, la empresa solo tomó 3.800 millones de euros de ese total. El grupo también se benefició de asistencia o préstamos garantizados por otros países europeos donde cuenta con filiales, como Suiza, Bélgica y Austria.
«Aún quedan muchos desafíos«, dijo el director ejecutivo Carsten Spohr en el comunicado. “Nuestra ambición es fortalecer nuestra posición entre los principales grupos de aerolíneas del mundo. Con este fin, continuaremos consistentemente la reestructuración y transformación”.
La deuda garantizada en los mercados financieros tiene una tasa de interés más baja que los préstamos del gobierno que se prevé que aumenten abruptamente. La supervisión estatal también viene con restricciones estrictas sobre la actividad de fusiones y adquisiciones y el pago de ejecutivos. Para refinanciar los pasivos existentes y los paquetes de estabilización del Gobierno, la compañía ha tomado varias medidas de financiación de deuda y capital, beneficiándose de la creciente confianza de los mercados financieros en las perspectivas futuras del grupo Lufthansa.
Semanas atrás en Argentina, el gerente local de la compañía, Luis Monreal, explicaba que el objetivo es seguir siendo una aerolínea independiente en manos privadas al 100%. “Preferimos estar en deudas con inversores y no con el Estado y los contribuyentes alemanes”.
