Pasó la primer semana de julio, con varados, presentaciones judiciales y “desencontradas reuniones”. ¿Yo señor? No señor… fue la única respuesta que obtuvieron las líneas aéreas nucleadas en la IATA desde el ministerio de Transporte y la ANAC, bajo el argumento de que no eran ellos quienes tomaban las decisiones, sino la jefatura de gabinete bajo lineamientos del ministerio de Salud. Justificando así la fallida primer reunión, donde la IATA pidió poder expresarse ante quienes “toman las decisiones”.
Así llegamos al día de hoy sin mayores precisiones. Y como no se pueden tomar medidas retroactivas que hagan recuperar todos los vuelos cancelados hasta el momento, la pregunta que se cae – o debería caerse – de maduro es: ¿Qué sucederá después del 12 cuando venza el plazo de la Decisión Administrativa?.
Habilitar otros puntos de entrada fuera de Buenos Aires no parece ser una opción, aunque podría considerarse. Si la postura será la de mantener la “cota 600 pax”; o si la decisión es aumentar a 1.200 o volver a los 2000 pasajeros diarios… ¿sería demasiado pedir autorizar los vuelos respectivos con mayor anterioridad que solo unas horas y no bajar pasajeros sentados en los aviones?
