La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), que representa alrededor de 290 líneas aéreas y que constituyen el 82% del tráfico aéreo global, insistió a través de un comunicado este lunes en la necesidad de sostener con urgencia una reunión con el Jefe de Gabinete de Ministros de Argentina, Santiago Cafiero. “Es imprescindible que se establezcan con el Gobierno los requisitos de forma coordinada y previsible que permitan a la industria operar de forma estable, mientras siga la pandemia. Así se podrá traer de vuelta a los miles de pasajeros afectados por las restricciones impuestas el 25 de junio. Esta normativa establece una reducción del 70% de la capacidad diaria anterior de 2,000 pasajeros que pueden ingresar al país y cada día que pasa, está dejando literalmente “tiradas” a unas 1.400 personas en diversos lugares del planeta”.
“La incertidumbre es máxima ya que, a 10 días de haberse decretado esta medida, el gobierno argentino no ha autorizado todavía ninguna operación aérea posterior al 12 de julio e incluso desconocemos si extenderá las limitaciones actuales de los vuelos a partir del 9 de julio. Lo único que tenemos claro hasta ahora es que los vuelos autorizados no alcanzan para poder traer de vuelta a los miles de pasajeros varados. La programación de vuelos en el mundo se hace con meses de anticipación, pero en Argentina hay aprobaciones que han llegado incluso un día antes y así se hace muy difícil operar, por lo que es de esperar que más aerolíneas suspendan temporal o definitivamente sus operaciones en este mercado”, indicó Peter Cerdá, Vicepresidente Regional de IATA para las Américas.
El ejecutivo señaló que la industria quiere ser parte de la solución y que por ello han “hecho todo lo posible para seguir ofreciendo una conectividad aérea esencial hacia y desde Argentina, un destino importante, donde un enorme porcentaje de su población tiene vínculos directos con el extranjero. Antes de la pandemia se operaban 155 vuelos internacionales diarios y ahora hay tres o cuatro. Las últimas decisiones unilaterales por parte del gobierno están aislando aún más al país, poniendo en riesgo la valiosa contribución que hace este sector a nivel social y económico. Necesitamos decisiones claras y previsibles para poder operar y cumplir con los pasajeros y eso es lo que estamos pidiendo”, dijo.
Quien agregó que, “aunque hay consideraciones para viajar en mitad de la pandemia, “cambiar las restricciones de un día para otro, pone en una situación muy delicada a las aerolíneas, pero sobre todo a los miles de pasajeros que han viajado por trabajo, motivos de salud, reencuentro con familiares, vacaciones, estudios y necesitan volver. Cada día que pasa, el número de afectados se va incrementando y si esta medida sigue en pie puede que se demoren semanas, incluso meses, en poder subirse a un avión por las reprogramaciones”.
Para IATA las medidas deben imponerse en función del riesgo y los estudios han demostrado que la probabilidad de transmisión en toda la cadena de viaje es baja, gracias a la aplicación de estrictos protocolos de bioseguridad. “El virus puede ser endémico y si hoy estamos en alerta por la variante Delta, es probable que después vengan otras, por eso hay que aprender a convivir con el COVID-19. Las medidas eficaces tienen que ver con la prevención y el control, por medio de una mayor vacunación de los ciudadanos y un seguimiento más eficiente de las personas que ingresan al país, respectivamente. Y no por medidas restrictivas y de cierre, que no podrán tener continuidad por su falta de sostenibilidad y los daños que provocan”, enfatizó.
Las restricciones actuales también impactan a la carga aérea, dado que en el mundo alrededor del 70% de las mercancías, entre otros insumos básicos y urgentes como órganos, medicamentos, implementos médicos, vacunas y equipos se trasladan en las bodegas de los aviones de pasajeros.