Argentina recibió, mediante vuelos de Latam, Aerolíneas (2) y Qatar, 4 millones de dosis de distintas vacunas esta semana

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El primer cargamento llegó el lunes a la mañana en un vuelo de Latam Cargo que aterrizó en Ezeiza con 1.139.000 dosis de la vacuna desarrollada por el laboratorio AstraZeneca y la Universidad de Oxford y producidas por la empresa mAbxience en la provincia de Buenos Aires y terminadas de elaborar en la planta AMRI de Albuquerque, Estados Unidos.  También este lunes, pero a la tarde (18:50), arribó el primero de los dos vuelos programados por Aerolíneas Argentinas a Beijing  trayendo un millón de dosis de la vacuna Sinopharm, en tanto que el martes, a la misma hora,  arribó el segundo A330-200 con 536.000 vacunas. Ambos vuelos (el sexto y el séptimo de la compañía argentina a China) hicieron escala para reabastecerse tanto a la idea como al regreso en el aeropuerto de Barajas en Madrid.

Finalmente, en la madrugada del miércoles (02:55hs.) y cumpliendo el vuelo comercial QR8155, arribó a Ezeiza un vuelo de Qatar Airways  con otras 464.000 dosis de la vacunas Sinopharm completando, junto a las transportadas por Aerolíneas, las 2 millones de dosis que estaban disponibles.

Con estas vacunas, más las de AstraZeneca Oxford que llegaron en el vuelo de Latam Cargo, suman 22.584.145 las vacunas recibidas por el país desde el inicio de la pandemia.

Para este jueves estaría prevista  la salida de otro vuelo de Aerolíneas, pero esta vez a Moscú para traer un lote de vacunas Sputnik V – no se especificó la cantidad ni el componente– mientras que para la semana que viene podría haber otro vuelo de Latam Cargo desde Estados Unidos para traer más dosis de AstraZeneca.

La mayor preocupación ahora es la segunda dosis. Haciendo un balance, en el país unas 14,5 millones de personas recibieron una dosis de alguna de las vacunas disponibles, pero solo 3,6 millones, las dos. De acuerdo a estos números sería necesario aplicar 42 millones de dosis para que toda la población adulta tenga su esquema de vacunación completa lo que podrá demandar al ritmo actual de vacunación unos seis meses.

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