Convertido en avión presidencial durante esta semana, el A330-200 de Aerolíneas Argentinas, matrícula LV-GHQ, despegó desde Ezeiza transportando al Presidente de la Nación y otros funcionarios rumbó a Europa para una gira que abarcará Portugal, España, Francia e Italia. La tripulación, compuesta por 4 pilotos, 9 tripulantes de cabina, 3 técnicos, 1 inspector y una despachante Operativo, está a cargo del gerente de Operaciones de la compañía, Comandante Gustavo García Lemos.
La comitiva, entre quienes se encuentran, además del presidente Alberto Fernandez, la primera dama, Fabiola Yáñez; la encabezan el Canciller Felipe Solá; el ministro de Economía, Martín Guzmán; el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; y el secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi. El embarque fue por el FBO Vip Club, un sector del aeropuerto que administra Aeropuertos Argentina 2000, con acceso independiente, que brinda servicios a vuelos ejecutivos y taxis aéreos.
Un dato difícil de conseguir es la cantidad de funcionarios e invitados que acompañan la gira y forman parte del pasaje del A330-200 con capacidad para 270 pasajeros.
El itinerario del chárter identificado como AR 1090, partió el sábado 8 a las 21:00 y arribó a Lisboa a las 14:05 del día siguiente. El lunes despegó del aeropuerto Humberto Delgado de la capital portuguesa a las 16:00 horas rumbo a Madrid donde aterrizó a las 18:40. El martes, el horario previsto de despegue desde Barajas era a las 16:00 para arribar a Paris a las 18:15, para despegar desde allí al día siguiente a las 17:30 rumbo a Roma donde aterrizó a las 18:30. Finalmente, el despegue hacía Buenos Aires estaba programado para las 13:00 horas del viernes, para aterrizar en Ezeiza a las 22:25 hs. de ese mismo día, pero la gira se extendió un día para que el Presidente tuviera la posibilidad de reunirse con Kristalina Gueorguieva, titular del FMI
El objetivo de la gira presidencial es, básicamente, conseguir apoyo europeo en la negociación por la refinanciación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y darle un poco de aire político al Presidente Fernández.