Como en todo el mundo, las aerolíneas son parte fundamental en la logística que se requiere para traer al país y su posterior distribución de las vacunas contra el Covid 19. El tema no es ajeno a lo que se discute por estos días en las oficinas de Aerolíneas Argentinas y áreas específicas del gobierno, especialmente a partir de la conferencia del ministro Ginés Gonzalez García donde habló de problemas de transporte para cumplir con una de las promesas del Presidente.
La complicación más grande es el transporte del producto es el acondicionamiento que requiere. Básicamente las condiciones de frio. La vacuna de Pfizer, si es que alguna vez llega a la Argentina, requiere trasladarla y mantenerla a 80º bajo cero. La temperatura sobre la pista de Ezeiza en verano, por poner un ejemplo, no suele bajar de entre 30º y 40 grados.
Hasta esta mañana las versiones hablaban, en el caso en que se decidiera por la vacuna rusa, que el encargado del primer vuelo para traerla (unas 300.000 dosis) sería un avión Antonov, el carguero gigante ruso. Pero a la tarde del mismo miércoles, desde Aerolíneas, comenzaron a decir que el primer vuelo – aún no están los permisos aunque se están armando las tripulaciones – sería en un Airbus A330-200 de la compañía estatal argentina. El mismo saldría de Ezeiza el lunes 21 a las 12:40 para estar de vuelta el 23 al mediodía.
¿Irá Pablo Biró al mando del primer vuelo a Rusia?
