Transcurridas dos semanas desde que la jueza federal Martina Forns impusiera la restricción horaria sobre el aeropuerto El Palomar, limitando las operaciones entre las 22 y las 7 horas, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) emitió un comunicado destacando los perjuicios que la medida, más política que real, ocasiona a usuarios y aerolíneas a 15 días de haberse implementando. Es así que las operaciones del aeropuerto muestran una disminución de alrededor de 300 vuelos según se evidencia en relación a los programados originalmente antes de la imposición de la medida judicial. En función de la tasa de ocupación del mes de septiembre se estima que esta reducción de operaciones habrá afectado en octubre casi a 39 mil pasajeros. Las empresas que operan en la aeroestación, JetSmart y Flybondi, debieron implementar cambios en sus programaciones, alterando frecuencias y horarios y cancelando rutas que unían ciudades del interior como: Mendoza con Iguazú, con Neuquén y con Tucumán; Córdoba con Tucumán y con Neuquén. Según el organismo que fiscaliza la actividad aérea en el país, los informes de estudio sonoro presentados a la Justicia antes de la implementación de la restricción horaria, confirmaron nuevamente que no existe contaminación acústica en el aeropuerto en la franja de 22 a 7 horas y que los ruidos generados por la actividad aérea no superan los límites planteados como aptos según la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) que establece como límite los 55 decibeles en horario nocturno.
