“Estamos planteando la construcción de una tercera pista de aterrizaje en la parte nororiental del aeropuerto, la ampliación de la terminal actual (detrás de Catam), una tercera fase que involucra una tercera terminal y, por último, la construcción y operación de El Dorado 2, que estaría ubicado en Madrid, Cundinamarca”, detalló a la prensa local Mauricio Ossa, presidente de Odinsa, empresa gestora del aeropuerto bogotano y que posee la concesión hasta el 2050. Para financiar esta iniciativa privada (IP), demandará una inversión de US$ 3.200 millones, y el objetivo final será llevar la capacidad aeroportuaria de Bogotá de los actuales 40 a 80 millones. En el mismo sentido, el número de operaciones anuales pasaría de 330 mil a 790 mil, y las pistas de 2 a 4.
