En lo que se constituyó en la mayor quiebra de la aviación comercial británica, el lunes pasado Monarch Airlines cesó en sus operaciones, dejando un total de 110 mil pasajeros varados en el extranjero y cancelando unas 30 mil reservas. La compañía tenía un sesgo vacacional y volaba esencialmente a destinos de sol y playa, especialmente las Islas Baleares y las Canarias, aunque también llegaba a Grecia y Egipto. Monarch se encuentra fuertemente endeudada y según las últimas noticias se encontraba negociando la entrada de nuevos socios. La Civil Aviation Authority (CAA) del Reino Unido puso en marcha un plan de repatriación de los viajeros afectados y la propia compañía anunció que los afectados deben conectarse a www.monarch.caa.co.uk para acordar su vuelta. Por lo pronto, la CAA anunció que la vuelta de los viajeros varados no tendrá costos extra para ellos. También trascendió que serán necesarios unos 30 aviones y que se trata de la “mayor repatriación en tiempos de paz”. Por otra parte y aunque varias aerolíneas se pusieron en contacto con ellos para ofrecerles empleo, los trabajadores no habían sido compensados por Monarch.
