En 2015, cuando se discutió el presupuesto 2016 el Frente Para la Victoria logró que la Auditoria General de la Nación (AGN) perdiera la potestad de controlar las transferencias del Estado hacia Aerolíneas Argentinas. El argumento, al que solía recurrir el kirchnerismo cuando le convenía, era que “como se trataba de una empresa mixta no debía recibir el control de la AGN”. Entonces el oficialismo argumentaba que Aerolíneas, manejada por La Cámpora se regía por “las normas y principios de derecho privado… no siéndole aplicable legislación o normativa administrativa alguna que reglamente la administración, gestión y/o control». Todo esto pese a que la compañía recibió entre el 2008 y el 2015 cerca de 30 mil millones de pesos (unos U$S 1.875 millones a valores de hoy) en subsidios. El año pasado, cuando se discutió el Presupuesto 2017 se impulsó la modificación del artículo 17 que permitió a la AGN recuperar la facultad de controlar la aerolínea estatal. Un paso importante en este sentido fue el reclamo que en su momento hicieron los auditores generales marcando las facultades que perdía la AGN. “Se trata de un atentado a la defensa del interés nacional», dijo Leandro Despouy por entonces titular del organismo de control.
