La compañía argentina se sumó a la larga lista de empresas a nivel global que decidieron prohibir el uso del Samsung Galaxy Note 7 a bordo, ante el peligro que explote en pleno vuelo. «El resultado de la investigación ha probado que las baterías y equipos de teléfonos de Galaxy Note 7 se incendian durante la carga, lo que ha llevado al fabricante a retirar todas las unidades vendidas en el mundo», habían informado desde Philippines Airlines. Ya la Administración Federal de Aviación (FAA), desaconsejó expresamente el transporte de celulares Samsung Galaxy Note 7. Para la entidad oficial estadounidense, el smartphone sólo podría movilizarse apagado durante el vuelo y transportado en la cabina de pasajeros (no despachado en la bodega junto al equipaje). Primero fueron las principales aerolíneas australianas (Qantas, Virgin y JetStar) las que vetaron al teléfono y más recientemente se sumaron las estadounidenses American, Delta y United. La propia Samsung llamaba a sus usuarios a cambiar sus Note 7 por versiones con las baterías modificadas.
