El miércoles de la semana pasada, sobre el cierre de Aviación News, se conoció la decisión del Banco Central de bajar a la mitad la pauta diaria de dólares que las aerolíneas que operan en el país pueden girar a sus casas matrices. La disponibilidad de dólares, que ya había bajado un 50% al día siguiente de las PASO (elecciones primarias), se restringió ahora por disposición del organismo financiero de U$S 150.000 a U$S 75.000 diarios. Eso llevó a qué la cantidad de aerolíneas afectadas -también agencias de viaje y operadores- se ampliara considerablemente. La decisión se conoció ahora 48 horas después de las elecciones a presidente en la que el candidato oficialista se impuso por un estrecho margen y habilitó un balotaje previsto para el 22 de noviembre. Y si bien todas las empresas se manejaron con mucha cautela, la primera reacción fue limitar la venta de pasajes con una anticipación mayor a 90 días y cerrar sus tarifas promocionales lo que inmediatamente generó un aumento en los precios de los pasajes internacionales. Venezuela, donde quedaron bloqueados unos U$S 3.800 millones según IATA, es una experiencia que ninguna aerolínea quiere repetir. Y si bien la semana pasada, inmediatamente después de conocida la ampliación del cepo, se habló de medidas más drásticas, como que alguna aerolínea podría llegar a levantar frecuencias, finalmente primó la sensatez ante la posibilidad cierta de que en un mes la política económica cambie de rumbo en la Argentina.